El sistema informático desarrollado para el proyecto ACERCAR permite la monitorización online de constantes vitales como tensión arterial, saturación de oxígeno, frecuencia cardíaca, temperatura corporal, peso y glucemia en los domicilios. Los aparatos los maneja el propio paciente o el cuidador principal y pasan a una plataforma online que consulta el médico en el ordenador o el móvil y que tiene unos niveles de alerta definidos por encima de los cuales salta un aviso a su médico referente. En las residencias, Enfermería es quien toma las constantes y la registra en los dispositivos móviles.
Para los responsables del proyecto en Cascante, las mejoras que aporta este tipo de tecnología de monitorización de salud “deben ser una prioridad para los servicios públicos de salud”. Consideran que el modelo puede adaptarse al medio rural y también a los centros de salud urbanos. En residencias es “útil, necesario y de fácil implantación”. Subrayan la importancia de garantizar la seguridad y confidencialidad de los datos y la necesaria interconexión con los programas informáticos de los servicios públicos. Añaden, además, que el perfil de futuros usuarios es amplio: mayores frágiles, personas que vivan solas, pacientes pluripatológicos o que precisen un seguimiento cercano.
La Dra. Juana Celay, del Centro de Salud de Erro, destaca la diversidad del mundo rural en cuanto a orografía, dispersión, accesibilidad a los recursos de salud, etc. por lo que será necesario adaptar el programa a las características de cada zona y considera que “un buen inicio ha sido elegir zonas rurales tan diferentes para el pilotaje, como Erro y Cascante”. Añade que “nuestro futuro pasará por el uso de la tecnología en diferentes ámbitos y en especial en salud. Ahora tenemos la oportunidad de probar, demostrar su beneficio y proponerlo a quien lo pueda implantar. Si funciona aquí, en Erro, también podrá hacerlo en zonas rurales semejantes”.